hay personas que nos hieren y no dejan ni cicatriz...
pero hay personas que simplemente aparecen en nuestras vidas
y nos marcan para siempre.
אנה מריה דה לה מקור
انا ماريا دي لا فوينتي ابيجان
Olvida los días nublados, pero no olvides tus horas de sol ni tus noches estrelladas.
Olvida los momentos en que fuiste derrotado, pero no olvides las batallas que has ganado.
Olvida los errores que no puedes cambiar, pero no olvides las lecciones que has aprendido ni lo tanto que enseñas.
Olvida los días en que has estado solo y triste, pero no olvides las sonrisas que has encontrado y tantas que encontrarás.
El sol volvió a salir,
una y otra vez
una y otra...
Contra mis predicciones
la luna brilla como núnca
en la oscuridad eterna
una y otra vez
Adivina... las estrellas
se escriben en el cielo
cada noche... cada noche.
Aunque ya no estes
parece que la vida sigue
aunque ya no estes,
la lluvia cae
una y otra vez
parece que el mundo gira
aunque ya no estes...
Tres cosas irrevocables para la vida son el tiempo,
las palabras y las oportunidades.
Tres cosas que no debes negarle a tu vida son serenidad,
honestidad y esperanza.
Tres cosas que deterioran la vida son el orgullo,
la arrogancia y el enojo.
Tres cosas que son tu elección son tus sueños,
tu éxito y tu destino.
Tres joyas que se tienen en la vida son la autoestima,
el amor y verdaderos amigos.
Aquí la eternidad empieza, es polvo todo lo que en el pasado fue grandeza. ¿Que importa estar solo? Gozosa espero los venideros años. Mi corazón cosechará donde sembró y entrojará su fruto de lágrimas. Las estrellas aparecerán por la noche en el firmamento y el flujo en el mar. Ni tiempo ni espacio, ni cima pueden alejar de mi lo mio...
En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta…
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas.
Había una vez… un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente…
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas las dos entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua…
Pero la furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró…
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza…
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad… está escondida la tristeza.
Apareciste un día gris,
de pronto me encontré con tu mirada llena de luz.
Volteaste y respondiste al verme sonreír,
el mundo fue un planeta un poco más humano y azul.
Nos persiguieron las estrellas
caminando por las calles.
Bastó robarme un beso
y mi vida cambió.
Nos prometimos todo desde aquella vez,
te hiciste necesario como el aire para vivir.
Pero el destino a veces suele ser muy cruel.
Nos escribimos cartas
llenas de melancolía,
pero al pasar el tiempo
te olvidaste de mí.
Inolvidable,
cada tarde a tu lado,
el calor de tu abrazo,