Es duro ver la vida detrás de una eterna nube negra. Sumergirte a la difícil conciliación del sueño,
al que te abandonas, cansada de un intento casi imposible y comprobar , al despertar que otro día más de monotonía y oscuridad te da su cruel bienvenida, con los primeros rayos de luz, que para ti son dagas que te hieren.
Pero poco a poco y según va pasando tu vida, aprendes a que la única opción que te queda, es levantarte después de la caída. Y si es posible encarar los problemas con una sonrisa, porque lo más importante es la actitud de querer avanzar.
A veces todo va mal, así que centrarse en lo bueno, afrontar lo malo que llegue, y plantarle cara con una sonrisa, seguramente lo hará todo más fácil. De caerse y levantarse es cuando más se aprende.
La fuerza que sientes al levantarte es increíblemente gratificante.
La vida es dura, nadie ha dicho que sea fácil, y no nos engañemos, los cuentos de hadas no existen en la realidad.
Pero no todo es en blanco y negro, entre ellos hay una gran gama de grises, que casi nadie se atreve a explorar.
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