lunes, 17 de agosto de 2009

Mi pe(n)sar



Queda atrás, queda atrás, el tiempo… se oye caminar. Queda más, queda menos, y siempre hay que caminar. Entre días y meses, entre sonrisas forzadas, y días agotados hasta el final. No me queda, mas que mi pe(n)sar. No me quedan mas que pasos, en eco, versos, en tinta, que dejo… y como ha, de haber, bajo el cristal, más allá del todo, para quedar, ahogado en el mar.

Nada, en la inmensidad, a flote y sin movimiento… esperando. Creciendo un mundo y viviendo, el respirar que escapa cuando el cielo se me cae al suelo, y la noche se me enciende y no sueño.

Vuelo a destiempo, dormida, y separada de mi cuerpo.
Veo más allá de mí y del tiempo.

Pero, adoro el silencio…

Nadie en ausencia


Y las noches para mí son casi otro día. Viviendo dos veces en 24 horas, agotada, de andar luchando contra mí. Es eternamente desesperante ver como se acerca el siguiente día y no poder evitar dividirlo en dos completamente diferentes. Despertar, dormir, despertar, dormir… hacer cosas entre sueños que no llegas a distinguir. Permanecer… y sin embargo, todo se esfuma… en una parte, y todo se relentiza en otra.

Camino entre mis olas, perdido entre mis sueños a deshoras… vivo entre horizontes, que tienen un océano por medio… y que mi instinto, me incita, al ahogamiento. Pierdo la noción de la realidad, y creo vagar entre personas desconocidas.

No importa lo que pienses, porque la gente no suele leer tus pensamientos… no importa lo que haces, porque si nadie lo sabe, no haces nada. No importa con quien andes, porque si ellos no te ven, es como si no existieras… pero aún así, te autoengañarás, para creer que aún eres alguien, cuando sabes, que ya no lo eres.

Y es inevitable… o no. ¿quién sabe?