viernes, 17 de agosto de 2012

A mi Hermana



¡Qué  ilusión me produjo escuchar tu voz!

La distancia nos separa, mas no el corazón.
Tu recuerdo me acompaña, y tu risa me despierta,
la nostalgia  de las travesuras, mezcladas con la inocencia,
y de horas compartidas con tanta alegría.

El destino nos llevo por rumbos diferentes,
sin  embargo nuestras vidas, a pesar de la distancia,
van cogidas de la mano.
Seguiremos compartiendo nuestros llantos,
alegrándome de tus alegrías porque son también las mías,
tan unidas como siempre, por los miedos, la nostalgia, los anhelos,
deseos y sueños.

Extiendo mi mano, y te toco,
siento el calor de tu abrazo, en cada palabra de aliento que me das.

Tu espiritu se escapa de tu cuerpo,
y el mio libera  mi alma en un  espacio sin tiempo,
nos reunimos para bailar y reirnos, disfruntando del encuentro
de nuestras almas, separadas por la distancia y el tiempo.